
El fotógrafo Rovanir Barbieri se consolida registrando matrimonios e inmortalizando el momento del “sí”
Cuando se trata de matrimonio, la fotografía ocupa un espacio especial. Siempre está entre los tres primeros de la lista de prioridades de los novios. Su misión es inmortalizar en clicks la magia de ese momento tan especial, congelando cada preciado detalle de los novios, padrinos, familiares e invitados. Ya sea en celebraciones más íntimas o en grandes fiestas, una cosa que todas las bodas tienen en común: la preciosidad que hace que el momento sea único.
En Sorriso, el fotógrafo Rovanir Barbieri es una referencia en el tema. Con su vasta experiencia fotografiando bodas y eventos diversos (como cumpleaños, fiestas de 15 años, ensayos y bodas), declara su preferencia por esta ocasión tan particular. “La boda es un placer para fotografiar, ya que siempre registramos la felicidad de la unión de dos personas. El matrimonio es mágico, rico en paz y alegría, es el milagro del amor”, define.
El registro del momento tan esperado es la culminación de un trabajo que implica definir la fecha, la lista de invitados, el lugar de la ceremonia, la elección de los padrinos, el atuendo de los novios, la decoración del ambiente y la música. “Cada foto pretende capturar los detalles y dar vida a toda esta composición, retratando las singularidades y componiendo una historia con sus personajes, trama y melodía”, detalló Rovanir.
Rovanir Barbieri desarrolla una relación de convivencia y afecto con sus clientes y destaca los principales pasos para la construcción de un álbum de memoria. “Al contacto con los novios le sigue una conversación, donde trato de conocer un poco la historia de la pareja y así componemos nuestro trabajo que incluye etapas como el ensayo previo a la boda (preboda), con la elección de ubicaciones También acompañamos a los novios en su preparación para el gran día y registramos todo el encanto de este momento considerado uno de los más notables y especiales de la vida”, concluyó.